Posos

Se fue rellenando el grupo, poco a poco, y con un poco de retraso, estuvimos completos. La mayoría conocidas y algunos nuevos extraños, unidos por la amistad entre unos y otros, que trenza una reunión en la que estuvieron ausentes las catanas, o eso creo… Fue la Musaka denominador común aunque no el único y tras unos escasos postres, pasamos al café y sus posos, esos que nos habrían de mostrar un poco, tanto del pasado como del presente, pero sobre todo del futuro, deseando con ahínco que fuera como nosotros queríamos. Y así, tras apurar el café, dimos la vuelta a la taza, dejando que el destino escurriera por sus bordes, y sujetamos la taza contra el plato, para que no se escapara. Y esperamos, cargados de paciencia y algunos de incredulidad, hasta que llegase el que sabe de secretos, aquel que da significado a los posos. Un hombre arqueado por los años y por el peso de conocer el destino de todos los que pasan por allí. Y lentamente, como el que sabe que la gente va esperar lo que sea necesario por escucharle desentrañar sus secretos, se sentó en una silla, y uno a uno, fue levantado las tazas, y con voz pausada, llena de sabiduría, la que da toda una vida haciendo lo mismo, nos leyó, nos instruyó. Hablaba, creando un momento mágico que respetamos con un silencio ensordecedor. Su boca nos enseñó que podría ocurrir y sus dedos torcidos por la artrosis y la fuerza de los posos, nos daban la explicación de aquellos porqués. Nos despedimos, algo menos extraños todos, sabiendo cada cual, que parte de verdad encerró todo aquello que nos contaron…

Leer Más

Y sin embargo…

No, esto no empezaba así, las coincidencias, recuerdos a través de una serie aparcada hace unos meses y que hoy, precisamente hoy, he decidido acabar, han transformado un comienzo inesperado. Te he visto reflejado en algunos personajes, tanto como yo, ocultando ese lado oscuro, esa mancha que todos tenemos, aunque a ti te superara y acabara contigo. Yo he aprendido rápido, así que no temas por mi.
No vas a volver, por mucho que quieras, por mucho que lo deseemos. El tiempo continúa su camino y los años siguen pasando, sin prisa, sin pausa, sin tregua. Regresan los aniversarios, aún después de muertos, y es que se siguen cumpliendo años a pesar de nos estar aquí, siempre que alguien nos recuerde, y yo te recuerdo. Porque podría dejarte caer en el olvido, para siempre, enterrarte en ese pozo oscuro y doloroso de la huella que desaparece, y sin embargo, aquí me tienes, otro año más, sosteniéndote para que no te vayas del todo, para que permanezcas entre nosotros. He de decirte que sigo siendo raro, como solías decirme cuando querías hacerme daño, que de los tres soy el diferente, y que aunque no lo creas, hay luz en mi, y que soy capaz de cualquier cosa, por mucho que intentaras hacerme creer que no podía. Que mientras algunos te han olvidado, o eso dicen, yo he aprendido a perdonarte, a entender que no eras realmente tú, y casi me atrevo a decir, que conozco las razones. Y lo siento, sobre todo por ti, por perderte a tus nietos, a tus hijos, y a esa mujer tan maravillosa que al igual que yo, te recuerda, a pesar de todo. Siento que no puedas ver la persona que soy ahora, porque hay mucho de tu bueno en mi, y hasta de tu malo, porque no somos perfectos. Y sin embargo, aquí estoy, felicitándote otro cumpleaños, cada uno a un lado de la frontera. Si es que soy así de raro papá…

Leer Más

Hablar o callar

Podría contar verdades pero sonarían a mentiras si no lo hago con el corazón. Y es que a veces me pierde ser sincero, tanto, que en bastantes ocasiones opto por callar, tragarme esas palabras para no tener que arrepentirme de haberlas pronunciado. Porque uno no se avergüenza de lo que dice sino del momento en que lo dice. Pero el dolor ajeno, y más, si es producido por nuestras lenguas afiladas, no se a vosotros, pero a mi me pesa más que el mío propio. Si, ya se que todos queremos la verdad, o eso decimos, porque si los zarpazos de las palabras y los arañazos del sincero escuecen demasiado, tal vez, preferiría haber seguido en mi ignorancia. Todos somos valientes hasta que se demuestra lo contrario, que es en bastantes ocasiones. Y así andamos, con la eterna disyuntiva de hablar o callar, ser valiente o un cobarde, o viceversa. Supongo que es mejor ser inteligente y aprender a hacer en cada momento lo que corresponda, aunque eso suponga enmudecer sin quererlo. Pero así se forjan las grandes personas, aprendiendo a saber estar en cada situación, aunque sea en silencio. Y es que a veces no hay que despegar los labios, para decir las cosas…

Leer Más

Toca Domingo

Te vas o me voy, da lo mismo. Lo cierto es que toca de nuevo poner pausa a nuestros encuentros durante la “entre semana” que llega, lenta, inacabable, pero cargada de ilusión, donde cada día que pasa es un cartucho menos para volver a estar juntos. Pero hoy toca Domingo, maldito siempre, el que te arranca de mi, el que te aleja de mis besos y esparce los abrazos, dejando el suelo manchado con los posos de la añoranza. Toca Domingo, traidor de nosotros, empujándonos al abismo, transformando una distancia que no es nada, en un Universo infinito, pero que pasará en un segundo, conforme avancen los días. Toca Domingo, que amaneció contigo pero dormirá sin ti. Toca Domingo, doliendo dentro, pensando y sintiendo a partes iguales, para tratar de espantar esta necesidad de toda tú. Toca, si, toca, como cada semana, sin mas remedio, sin perdón, aunque no queramos, y no me acostumbro, lo siento. Porque verte marchar o tener que irme, cansa, y toca cada Domingo… por ahora…

Leer Más