Recuerdo la primera vez que los vi. Eran sólo dos y ya tenían las ganas y la calidad. A partir de ahí, Siloé han ido colándose en los primeros puestos de mis bandas favoritas a la par que crecían en calidad y en número de miembros. Ahora son tres: Fito, Xavi y Jaco. Su cuidada sonoridad mezclada con unas letras que dicen mucho y tanto llegan, aunado a un directo potente y participativo, son las razones para que este grupo haya crecido tanto en tan poco. Todo eso fue lo que vivimos este viernes en la Sala Tren, en Granada. El “Sold out” es la mejor explicación de las ganas que tienen los seguidores de Siloé, porque nunca defraudan, porque no dejan indiferentes, porque quieren repetir. Vimos desde arriba, desde las alturas, como desgranaron su último disco, “Santa Trinidad”, sin dejar un solo tema por tocar, entremezclándolos con temas de discos anteriores, sabiendo construir con maestría una historia, un espectáculo intenso e inolvidable, a caballo entre los dos escenarios. Jaco imprimió potencia con la batería, dirigiendo con maestría los ritmos, rockeros mas que poperos, a los que acompañaron las guitarras de Xavi y Fito, cada una a lo suyo pero ambas a lo mismo. Sonido limpio, gustoso, sin un ápice de desentono, sirviendo de alfombra a la voz de Fito, que con nitidez y claridad, regala unas letras magistrales, sensibles y preciosas. Música bailable que nos hizo sudar y no dejar de cantar en todo el concierto. Desde allí, desde las alturas, vimos encumbrarse, más si cabe, a esta banda Vallisoletana.