Parece que fue una eternidad que vi por primera vez a Siloé en directo en Planta Baja. Por entonces, sólo Fito y Xavi. Ya sabían sacar partido a unos temas más tranquilos pero con la misma calidad que los de su último trabajo, Santa Trinidad, y ya por entonces, y sin ningún tipo de dudas, supe que llegarían lejos. Y así ha sido. Ayer en La Copera, y por cierto, la sala con mejor sonido de muchos alrededores, era la cuarta vez que los veía, y desde aquella primera vez, hasta esta última, su crecimiento como banda, añadiendo a Jaco al frente de la batería, y su mejora en el directo, hace que esta banda vallisoletana, siga subiendo escalones en el panorama indie. Anoche, junto a un espectáculo de luces inmejorable, sonó la guitarra de Fito clara y concisa como su voz, atrayendo al público, retándolo a participar cuando debía, y a escuchar cuando tocaba. Mezclaron potencia y ternura, con una batería que por momentos se desmembraba hasta apagarse para dar paso a un acústico que homenajeó a una de las grandes (Supersubmarina), engarzándola con uno de sus temas y terminando de nuevo por todo lo alto. Su estudiada improvisación consiguió llevarnos al clímax perfecto. Xavi dirigía todo desde un extremo, asomando de vez en cuando con su estética tranquila, su gabardina a lo Matrix y su sombrero. Todo estudiado para hacer de un concierto, algo inolvidable. Letras, sonido y espectáculo, sólo al alcance de uno de los grandes. Vuelven con nuevo disco en breve y yo deseando que llegue la quinta, para ver si sigue su meteórica progresión. Si Coldplay recomendó en uno de sus conciertos escuchar “Algo que se parezca a ti” de Siloé, yo os recomiendo escuchar todo de ellos, y verlos, y sentirlos, que por algo son el “enviado”.
