Tu cumpleaños sin ti

No sé cómo empezar. Quizás por los recuerdos, esos que te traen a mi memoria más de lo que te imaginas. Aún tengo el regalo del pasado cumpleaños en el cajón. Mi resfriado y tú cáncer eran incompatibles y no pude entregártelo. Lo fuimos posponiendo a la vez que ampliábamos una playlist que sigue creciendo aún sin ti, pero no pudiste recibirlo. Ayer fue tu cumple y hoy hace 6 meses que nos dejaste, y no se que fecha me duele más. Fue todo tan rápido, tan injusto, que hay veces que no me lo creo. Miro el regalo que me hiciste por mi cumpleaños y no puedo evitar besarlo antes de romper a llorar. Ojalá pudiera atrapar el sueño de traerte de vuelta, pero hay sueños verdaderamente imposibles, por mucho que los persigas. Así reposas en mi mesita, tranquila, eterna: La Ynuguanda que regaló su arte a todos los que nos acercamos a ella, dejando trazos de su alma en cada uno de sus cuadros, para poder sobrevivir después del fin. Si, este pellizco que siento es por ti, por tu ausencia, por tanto echarte de menos. Sí, estás lágrimas son de dolor, de pena por tu primer cumpleaños sin ti. Y sí, estas palabras son por ti, para ti, para que vivas en ellas como lo haces en tus cuadros y el olvido jamás te borre. Yo me ocuparé año tras año de que así sea.

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