Ocurrió ayer. Y el ayer por fin se hizo realidad y presente. Dejamos de imaginar expectativas para cumplir deseos, convirtiendo un sábado normal, en uno espectacular. Colgamos de los palos de aquel secadero todas nuestras ganas e ilusiones, dejándonos llevar por la música y la amistad. Fuimos llegando poco a poco, en un goteo incesante, dando vida y color a un día que amaneció entre nubes, pero se iluminó al vernos llegar. Las neveras rebosaban cerveza, dispuestas a saciar nuestra sed, la barbacoa prendió nuestra hambre, y una mesa repleta de viandas nos alimentó. A las dos, los primeros. Vetusta Morla abría el festival. Primeras cervezas, primeras notas, primeros bailes y primeros saltos. Entre bocado y bocado, tarareamos sus canciones, coreando sus estribillos entre trago y trago, y gritos de “guapo” a un cantante al que los años se le han pegado a su cabello, plateándolo. Tras él, Shinova, sustituto de la gran Dj Rizos, de la que no pudimos disfrutar, y a la que estamos deseando ver lo antes posible. Y fue Shinova caldeando el ambiente fresco del interior del secadero, mientras fuera, los bidones acunaban la cerveza que desaparecía conforme subía la temperatura. León Benavente trajo consigo los primeros chupitos de Jager, al que rescatamos del agua helada tirando del hilo. A partir de ahí, todo fue más rápido, otra consecuencia más del alcohol y de estar a gusto. Volaba el tiempo, al que tratamos de atrapar con fotos y vídeos, y lo hicimos retroceder con Dj Muro, que nos transportó hasta aquella época en la que algunos, aún teníamos pelo. Corriendo, corriendo, llegaron los más nuevos, Arde Bogotá, incendiándonos con sus canciones. Mientras fuera, charlas de vida, consejos, necesarios, y más cerveza y chupitos. Dj Choco tomó las riendas, atrayendo a todos al interior, disfrazados o no. Mariachis tétricos, brujas sexis, granjeras regalando paja por doquier, y un monstruo indefinible, todos bailando hasta la extenuación. Llegaron Lori Meyers de la mano del atardecer, y mientras fuera, la luz cerraba los ojos, dentro, un abanico multicolor pintaba nuestros rostros. Emergieron Ellyella, con sus mezclas, llenos de sorpresas, cerrando su concierto con fuegos artificiales, que pintaron la noche de color, e iluminaron nuestros corazones. No hubo mejor forma de recibir a Supersubmarina. Canciones de siempre, que todos conocíamos y nuestros mejores deseos para una banda tan añorada. De aquí en adelante, Fangoria, Dj Pana, Dj Lolo. Todos poniendo de su parte para hacer de la recta final algo inolvidable. Inolvidable quizás sea la palabra que defina el día de ayer. Pero diversión, amistad, y cariño, también lo sean. A mi se me ocurre agradecimiento. Agradecimiento a los que habéis hecho posible un sueño, montando, gestionando, decorando; agradecimiento a los que habéis sido partícipes de este sueño, acudiendo y compartiendo parte de vuestro tiempo, con todos los que allí estuvimos. Gracias por hacernos respirar amistad, beber felicidad, comer ilusión. Gracias por la música, la compañía y por hacer de este Cúllar Vega Sound, algo es-pec-ta-cu-lar.